Desde hace varios años, reside en Cabudare, “El señor de las Brumas”, el artista plástico Armando Villalón, barquisimetano de ancestros duaqueños y ejemplar ciudadano larense… Llegó a estas tierras, atraído por el Valle del Turbio y por el Cerro Terepaima. Adquirió un pent house en la av. La Mata, en el cual instaló su taller. La espectacular vista del valle inspiró de inmediato al maestro Villalón; allí encontró el milagro de la inspiración, empezó su producción pictórica con diversos motivos del valle. Se colocaba junto al plumillista Hernán Álvarez, siempre con la atenta asistencia den un muchacho regordete, a quien Villalón conoció vendiendo pañuelos en el cruce de la av. Lara con Los Leones, en la terraza a observar con ojos semicerrados este majestuoso valle, de allí salió su estilo de Las Brumas. Villalon ha pintado el valle del Turbio desde diferentes ángulos, hasta los escombros de construcción arrojados en las diferentes vías, han aparecido en sus obras a manera de protesta por la acción criminal. Es increíble, pero la destreza del maestro logra darle esplendor a pedazos de bloques, vigas de concreto, muebles viejos, neveras destartaladas y muchas cosas más que han contaminado nuestro hermoso valle. Hoy, el maestro Villalón tiene otro estudio, lo construyó con una espectacular vista al valle; esta ubicado en la vía hacia el parque nacional Terepaima, en el sector La Vainilla. También, dirigió la construcción de su casa, la cual fue diseñada por él. Ambas construcciones, recuerdan antiguos caserones coloniales, donde se respira aire puro; si el cielo existe, ¡debe sentirse allí una paz como la de esta Villa-Lon, como se llama esta granja-estudio!…
El éxito de su trabajo, no ha impedido su natural sensibilidad hacia sus semejantes, cosa contraria a muchos poderosos encopetados. En su camino al éxito, por demás escabroso, siempre tuvo tiempo para ayudar a quien lo necesite… un caso que sirve de ejemplo, es su trabajo con aquel niño regordete a quien contrató para que le lavara los pinceles… Hoy, es el maestro Manuel Brito, también artista plástico, el cual se mantiene siempre al lado de su maestro, Armando Villalón y cuyas obras también son altamente cotizadas.
El éxito de su trabajo, no ha impedido su natural sensibilidad hacia sus semejantes, cosa contraria a muchos poderosos encopetados. En su camino al éxito, por demás escabroso, siempre tuvo tiempo para ayudar a quien lo necesite… un caso que sirve de ejemplo, es su trabajo con aquel niño regordete a quien contrató para que le lavara los pinceles… Hoy, es el maestro Manuel Brito, también artista plástico, el cual se mantiene siempre al lado de su maestro, Armando Villalón y cuyas obras también son altamente cotizadas.
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